Casa/Herrería de Roxas

por **Roxas** Mar Nov 30, 2010 5:28 am

-¡Roxas, la comida está servida!- Con ese grito, la madre sustituta de Roxas llamaba a esté desde el segundo piso. El cuarto de Roxas era simple y sin mucho color, las paredes estaban adornadas con algunas armas, como shuriken y kunais, todos obra de Roxas, Pero su mayor orgullo era la katana que él mismo había forjado con la ayuda de su padrastro. La agarró y comenzó a vendarla para evitar cortarse cuando la llevara en su espalda.

Se vistió con la toga que usualmente siempre usa y comenzó a bajar pausadamente las escaleras hasta llegar al comedor del segundo piso, su madre estaba sentada en un extremo de la mesa -ven hijo, hoy prepare los onigiris que tanto te gustan- con una sonrisa colocó unos cuantos onigiris en el plato de Roxas -gracias...- éste se sentó y comenzó a comerlos -hoy vas a entrenar ¿verdad?- Roxas traga la porción de comida que estaba masticando y responde -si...- -bueno, saludas a tu padre que debe estar trabajando en la herrería en este momento- Roxas duró unos minutos comiendo; cuando terminó, lavó el plato y bajó las escaleras hasta llegar a la planta donde se encontraba la herrería.

Su padre se encontraba martillando una katana sobre un yunque -papá...- el padre nota la precensia de Roxas y le dice -¿que sucede hijo?- -bueno... necesito otra katana para entrenar una técnica...- el padre lo escucha, se levanta, y busca entre unos barriles que estaban amontonados en un rincón, saca una katana y se la entrega a Roxas -toma ésta, pero recuerda regresarla cuando termines- Roxas la recibe y la amarra a su espalda junto a la otra -ok...- se despide de su padre y así Roxas parte para entrenar.

por **Roxas** Mar Nov 30, 2010 10:35 pm

Roxas caminaba en dirección a su casa, luego de haber tomado una pequeña siesta por el entrenamiento que había realizado anteriormente, el Sol comenzaba a ocultarse y se podía ver a lo lejos en el horizonte como el cielo tomaba un color rojizo. Mientras más caminaba, mas cerca se podía vislumbrar un pequeño letrero que decía "Herrería", al entrar Roxas dice -Taddaima...- mientras ve como su padre, con unas pinzas, agarra una katana recién salida del fuego para colocarla en un barril lleno de agua, la espada al hacer contacto con el agua comienza a liberar vapor por todos lados, en eso el padre de Roxas se seca el sudor de su frente con el brazo y le responde a su hijo -bienvenido de vuelta- Roxas se acerca a su padre y le devuelve la katana que había usado anteriormente en la práctica del zenjutsu -gracias por la katana... me fue muy útil...- al escuchar estas palabras el padre de Roxas suelta una leve sonrisa, coloca su mano en la cabeza de Roxas y le desordena el cabello -me alegra escuchar eso-

Después de lo sucedido en la planta baja, Roxas comienza a subir a su cuarto, deja su katana encima de la cama y comienza a agarrar unos cuantos pergaminos, un pincel y algo de tinta -creo que eso es todo...- baja nuevamente a la planta donde se encuentra la herrería y le dice a su padre -papá... necesito un favor...- el padre algo intrigado le pregunta -claro hijo, ¿qué necesitas?- -necesito usar el horno de la herrería durante unos momentos... para practicar una técnica...- el padre algo curioso por la necesidad de Roxas quiso preguntarle para que necesitaba el horno, pero conociéndole no le respondería fácilmente, así que mejor dejó que la utilizara -solo te pido que no la rompas, así es como nos mantenemos- -ok...- su padre subió por las escaleras al segundo piso mientras que Roxas se sentaba en el suelo y comenzaba a sacar un pergamino en el que se puso a escribir unos caracteres.

Pasados unos minutos quiso probar si el sello funcionaba, así que se acercó al horno que su padre siempre utilizaba calentando las armas, para que, a la hora de golpearlas con el martillo estas no se rompan, le agregó algo de chakra al pergamino y lo acercó al fuego, pero, este al hacer contacto con el fuego inmediatamente se quemó chamuscando un poco los dedos de Roxas -tcsh...- Era un error, pero ya Roxas había previsto esto, por esa razón había traído unos cuantos pergaminos extra, se sentó nuevamente y comenzó a escribir otra vez los caracteres -seguro había escrito un caracter mal...- cuando hubo terminado, realizó la misma acción de antes, le otorgó un poco de su chakra al pergamino y lo acercó lentamente al fuego del horno, esta vez si resultó, porque, como si fuera arte de magia, el fuego que se encontraba cerca del horno comenzó a ser absorbido por los caracteres escritos en el pergamino hasta no quedar nada mas que el carbón, los caracteres brillaron con un rojo intenso y inmediatamente Roxas cerró el pergamino -lo logré...-

Cuando hubo terminado de recoger sus cosas, Roxas comenzó a subir las escaleras y le dijo a su padre que ya había terminado de hacer su asunto en la herrería, siguió subiendo hasta llegar a su cuarto, dejó los pergaminos restantes en el escritorio, al igual que el pincel y la tinta, y se acercó a la ventana a ver como caía el atardecer.

Off:

técnica aprendida:

Fūka Hōin (Método de sello de fuego).
Con esta técnica se escribe en un pergamino y de este sale una corriente de chakra que sella el fuego en un pergamino. Esta técnica fue capaz de sellar el amaterasu de itachi.
Rango: C
Tipo: fuinjutsu
Chakra 25
Duracion: 1 turno/post

por **Keith** Mar Nov 30, 2010 10:41 pm

Aceptado
Bono:
+10 Chakra
+ el jutsu

por **Roxas** Miér Dic 01, 2010 6:42 pm

Los pájaros anuncian la mañana con un canturreo agradable, el Sol sale de entre las montañas cercanas a la aldea de konoha, un pequeño canario se posa en la ventana de la habitación de Roxas y comienza a gorgojear una alegre canción. En la cama se encontraba Roxas todavía durmiendo ya que la noche anterior se había quedado despierto hasta tarde, el sonido del pequeño canario lo despertó, con algo de pereza y los ojos entrecerrados, Roxas se levantó de la cama lentamente, fue al baño y se cepilló los dientes, se duchó, y se vistió con su toga habitual.

Bajando las escaleras ya su madre y su padre se encontraban desayunando -Oh! que bueno que bajas, ya el desayuno está listo, ven a comer con nosotros- decía la madre de Roxas con una sonrisa, éste se sentó y mientras juntaba las manos exclamaba -ittadakimasu...- pasados unos minutos en los que todos andaban comiendo y los padres de Roxas se ponían a hablar de sus asuntos cotidianos, Roxas los interrumpió durante un momento para hacerle una pregunta a su padre -papá...- -dime hijo- Roxas dura unos segundos callado y después dice -pienso llevarme unas cuantas kunais y shurikens para entrenar con mi katana... si no te molesta...- el padre le responde -por supuesto hijo, si es con el fin de entrenarte no tengo problema en que te lleves unos cuantos, pero, asegúrate de devolverlas cuando termines- con una pequeña sonrisa, Roxas se para y comienza a bajar las escaleras. no sin antes agradecerle a su padre -gracias...-

ya cuando hubo terminado de prepararse salió a la calle para buscar un lugar donde entrenar.

por **Roxas** Jue Dic 02, 2010 11:58 pm

Caminando lentamente por las calles de konoha se encontraba Roxas, sus ropas estaban todas rasgadas, y presentaba varios cortes en sus brazos y piernas, la gente murmuraba cuando éste pasaba al lado de ellos, pero a Roxas le traía sin cuidado lo que dijeran sobre él, al fin y al cabo es gente que no conocerá...

llegando a la casa, Roxas entra y exhala sin esfuerzo -taddaima...- su padre se detiene un momento de su trabajo habitual cuando ve la condición en la que se encontraba su hijo, iba a reclamarle a su hijo pero Roxas se adelantó diciendo -tranquilo... fue solo... un entrenamiento...- aún asi su padre respondió -fuera un entrenamiento o no, tu madre y yo no pudimos dormir al ver que no llegabas... pero ahora que te veo, siento que estás preparado- su padre se levantó y comenzó a apartar unas cuantas armas que estaban colgadas en la pared, rasgó la pintura, y en ella se pudo vislumbrar una pequeña caja fuerte, el padre de Roxas giró unas cuantas veces la rueda de las combinaciones hasta dar con la correcta y poder abrirla, de ahí sacó un pequeño objeto.

-Este objeto que te voy a entregar, a estado en mi familia por como seis generaciones, posee un poder tanto maravilloso como tenebroso, depende del uso que le des, aunque, primero debemos descubrir si eres merecedora de ella-

El padre de Roxas agarró su mano y colocó el diminuto objeto en su palma. Era una llave, de tamaño regular y con una pequeña cadenita en un extremo -papá... ¿que es est!- no pudo terminar la oración porque en ese instante la pequeña llave comenzó a brillar con gran intensidad y comenzó a crecer a una velocidad y tamaño alarmante hasta ser tan grande como la katana que llevaba Roxas -jaja, se ve que te aceptó inmediatamente... normalmente no acepta tan rápido a un nuevo dueño- Roxas, incrédulo ante lo que acaba de suceder pregunta -esto es una... esp.. espa..- -exacto es una espada, se llama la Llave del destino, espero que hagas un gran uso de ella- asombrado por el regalo que le acaba de dar su padre, Roxas la vuelve a su forma original de llave y la engancha en la manga izquierda de su toga -iré a estrenarla...- el padre de Roxas se echó a reir un rato y entonces le dijo a Roxas -¡claro! ve, pero no llegues tan tarde esta vez- mientras salia nuevamente a la calle, Roxas se despedió de su padre con una ligera sonrisa.

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