Gélidas lágrimas

advertencias:
- sólo para mayores de 14 años
- no contiene escenas yaoi
- no copiarse (reservados los derechos de autor)
okey este es mi primer fic espero y lo disfruten, por favor comenten



Aquí estoy de nuevo, preparándome para otra noche más de ``cacería´´, de cacería humana. Mi rutina se ha vuelto tan monótona, es tan fácil tomar a los débiles humanos y succionarles cada gota de su patética existencia… quizá yo pensé y viví alguna vez igual que ellos, antes de que mi creador me encontrara y me convirtiera en un ser bello y vehemente por el resto de la eternidad… tengo un nombre, debo tenerlo aunque en realidad no me interesa en lo absoluto, pero deben saberlo ya que les estoy relatando mi historia… kimiko, kimiko yukishi, ese es mi nombre quizás un nombre muy tierno y alegre, para alguien como yo, aunque en cierto modo sangriento y oscuro…mi edad quizás unos 400 años? Aunque tengo apariencia de 18, la cual tendré por siempre…mi pasado? un pasado oscuro como el de todos los vampiros; yo era una chica alegre y tranquila, de ojos azules como turquesas, cabello negro como el azabache, labios rojos como la sangre, de piel tan blanca como la nieve, y el día en que cumplí 18 años sucedió, fui convertida, pero la verdad me da pereza recordar pesares olvidados…ahora me encuentro en la puerta de un burdel, si, quizás sea una prostituta, pero yo no quiero dinero, es mas tengo mucho dinero debido a que poseo una gran herencia dejada por mi padre, tampoco quiero beber licor ni cervezas, yo tengo un gusto más selecto, ofrezco placer a cambio de sangre, lo que obviamente ignoran todos esos tipos borrachos con los que me acuesto… mmm, aquí se acerca uno , pero, no parece estar borracho, y su mente, está concentradas en un objetivo no se cual, pero no busca placer, que extraño, ¿ qué querrá?, además hay algo que me llama mucho la atención, posee una vestimenta muy pintoresca, un ropaje negro estampado con unas nubes rojas, además trae puesto un sombrero muy inusual y que no combinan con su atuendo.
- kimiko yukishi?
-sí, quien es usted, si se puede saber, y por qué es que sabe mi nombre? (dije en tono desafiante, en ese momento el hombre se quitó el sombrero que le cubría el rostro, es un chico de unos 22 o 23 años más o menos, cabello y ojos negros ambos, como el ébano, una piel visiblemente suave, de una tez pálida, muy blanca se le podía comparar con el mármol, una nariz perfectamente perfilada, y labios rojos como la escarlata, aunque en sus ojos podía divisare un cierto brillo igual que los labios, escarlata, además sus ojeras son tan profundas que están marcadas por dos prudentes arrugas que combinan perfectamente, y le dan un toque de madurez.)
- ven conmigo daremos un paseo
- supongo que iré, después de todo el cliente es el que manda (esta vez lo he dicho en tono de coquetería)
Nos dirigimos hacia el bosque, no hemos hablado, todo es un sombrío silencio, la verdad no me siento amenazada, ni asustada, jaja sería algo tonto dejarme intimidar por un patético humano…
Ahora estamos en el claro del bosque, ¿qué querrá este tipo?
-supongo que te preguntarás por qué te he traído hasta acá, verás pertenezco a la organización akatsuki, y mi líder está interesado en tus poderes y habilidades, así que me envió hasta aquí para llevarte ante él.
- akatsuki? No gracias, así estoy bien la verdad es que no tengo interés en su propuesta, no quiero involúcrame en asuntos que no me interesan, además todo esto me parce un absurdo, sin ofender..
- hagamos algo… iniciemos un duelo si yo ganó te unirás a akatsuki, pero si ganas tu… te daré mi sangre
- muy bien me parece algo muy tentador….

seguiré posteando, por favor sean pacientes...


okey aqui continuo el fic..

No había acabado de pronunciar estas palabras cuando un profundo vértigo me invadió por completo, ¿qué era esta sensación?.... me había quedado aletargada en sus ojos, en un genjutsu, uno muy cruel, y a la vez ensoñador.
La lengua me pesaba, no pude pronunciar palabra alguna, sentí que me desplomé, no supe más de mi existencia.
Él había ganado.

A la mañana siguiente, desperté con un leve dolor de cabeza; me encontraba recostada en una cama muy acolchada, dispuesta de unas sábanas perfectamente blancas y suaves, que expedían un olor a lavanda primaveral.
Recorrí la habitación con la vista era claro que era de un chico y sin embargo esta, estaba en perfecto orden y pulcritud, las paredes eran blancas, aunque una de ellas, tenía un diseño muy entretenido, estaba pintada con pequeños cuadros blanco y negro, como los de los tableros de ajedrez. En ella estaban colgadas dos guitarras una negra y otra era transparente. No había terminado de reparar la habitación, cuando de pronto la puerta se abrió delicada y lentamente…

-Veo que has despertado.
- sí, así es… y supongo que tú ganaste
- efectivamente
- …entonces, ¿pertenezco ahora a akatsuki?
- si
- y ¿Qué es lo que debo hacer?
- eso te lo explicaré después, primero tengo que llevarte con mi líder, es él quien te debe dar el protocolo de tus misiones y eso, así que si ya te sientes bien es necesario que por favor te levantes.
- si ya voy.
- …. Por cierto, ¿qué a los vampiros no les hace daño el sol?
- no, eso es solo un mito local

Me levante, fui al baño y me lavé la cara, luego salí y el estaba afuera esperándome, me dio ese típico atuendo negro de nubes rojas y me dijo que debía ponérmelo, ya que era el uniforme que de ahora en adelante debía portar.
Atravesamos el bosque en absoluto silencio; en eso llegamos a una gran cueva con la entrada cubierta por una enorme roca, entramos y en su interior se encontraban dos manos gigantescas, dispuestas de forma abierta, hechas de piedra, sobre sus dedos pude distinguir unas siete siluetas…

Muy bueno, al menos hay otra persona que hace fics dramáticos como los míos